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Unos auténticos vendedores de mierda (la escatología hecha marketing)

27 junio 2009 Alberto Payo 2

Pasar de la publicidad «guerrilla» a una que podríamos definir como guarrilla no es nada complicado. Simplemente basta con coger un spray amarillo y darle un toque colorido a esos miles de excrementos caninos que decoran los lugares más inhóspitos de nuestro territorio patrio. Súmale a eso un packaging con diseño llamativo y tendrás un producto polémico, inútil y creado en cadena. ¿Cómo ciertos triunfitos y grandes hermanos? ¿Cómo las latas de tomate que se apretaba Andy Warhol?