Barrio Sésamo llega a los cuarenta

Son peludos, achuchables, instructivos y en la mayoría de los casos están animados porque alguien les mete una mano por el recto. Los personajes creados por Jim Henson acaban de convertirse en cuarentones pero siguen haciendo las delicias de los más pequeños en el barrio y fuera de él.

Aunque Barrio Sésamo (Sesame Street) empezó a emitirse en Estados Unidos en 1969 a nuestro país no llegó hasta una década después, con nuestra estrenada democracia. Y lo hizo contando con dos personajes especialmente creados para el público español: Pérez Gil, un caracol verde y con pinta de empollón y la famosa gallina Caponata.

Sobre la protagonista aviar hay que hacer varios incisos. El primero es ¿A quién narices se le ocurrió el nombre? ¿Gallina? ¿Gallinaaaa? Probablemente el genio que dio con su denominación había pisado pocas granjas. Avestruz, quizás, pero ¿gallina? Si me encontrara algo parecido en un corral os aseguro que no me pararía a echarle maíz. Saldría por piernas. Luego está el tema de “caponata”. ¿¿¿??? Pues la caponata es un plato siciliano que lleva berenjena, cebolla, ajo, celemi, tomate, aceitunas, alcaparras , todo troceado y aderezado. Lo que vendría a ser una especie de pisto manchego a la italiana. Sí, algo muy lógico para nombrar a un plumífero castizo de casi 2 metros.

El caracter de la dichosa gallina Caponata fue una contrapartida patria del personaje de Big Bird que posteriormente se traduciría como Abelardo (en los países latinoamericanos) y Paco Pico (en la versión española). La actriz que se enfundaba el disfraz era Emma Cohen, conocida por ser la mujer del escritor, actor y director Fernando Fernán Gómez. Efectivamente, aquel hombre con tanta facilidad para mandar a la gente a la mierda se estaba trajinando a Caponata.

Años más tarde nuestro Barrio Sésamo cambiaría de vecinos. A la zona se mudarían en 1983 Espinete, un enorme erizo rosa que vivía en un local reconvertido en vivienda y que, por cierto, me recordaba mucho a una novia stripper que tuve. Siempre iba en pelotas por todas partes, pero cuando se iba a la cama se ponía pijama.

También llegó Don Pimpón, un trotamundos hippie madurito cuya naturaleza ha permanecido como uno de los asuntos más misteriosos de la historia de nuestra televisión. ¿Se trataba de un oso, un perro, un búho, un hurón, un mister Potato customizado? ¿What the fuck? Poco se sabía del origen de esta figura bohemia a la que le gustaba esconderse tras lo árboles, ignorando que su oronda figura le delataba constantemente frente a los niños del barrio. Algunos dicen que bebía los vientos por Espinete, sin embargo, éste, en la vida real se acabaría liando con Chema, el Panadero.

Quizá muchos no recuerden que el programa español tuvo una tercera encarnación a finales de los noventa (del 96 al 2000). Nada que pudiera igualar a la versión 2.0. Por aquel entonces todos aquellos que habíamos mamado los ochenta empezábamos a estar algo mayorcitos para Barrio Sésamo y las generaciones que venían detrás empezaban a preferir otro tipo de espectáculos. Con el estilo inocentón y aniñado de Caponata y Espinete conocimos a Bluki, un bicho azul indeterminado, que contaba con la tutorización del intelectual búho Bubo y el simpático pelirrojo Gaspar.

En teoría, el diseño de todos estos “muppets” españoles corría a cuenta del propio Jim Henson, que elegía su aspecto y personalidad para que pudieran adaptarse a la realidad de cada país donde el programa se estrenaba. Si esto te suscita, más preguntas aún, bienvenido al club. Yo tampoco creo que un caracol verde y un avestruz travestido fueran los más idóneos como imagen en la época de finales de los setenta, aunque un erizo punki y un oso-perro-hurón- bohemio sí son bastante acertados para los tiempos de la “Movida”.

En este cuarenta cumpleaños sería un sacrilegio no hacer un repaso por los personajes clásicos de la versión americana que tan buenos ratos nos hicieron pasar en nuestra infancia. ¿Qué ha sido de ellos?

Mucho se ha especulado sobre las tendencias sexuales de Epi y Blas. No sé tú, pero yo lo tengo claro. Cuarentones, sin novias conocidas, tienen una voz melosa, comparten piso y habitación (¿En Chueca?), …

El pobre Monstruo de las Galletas ya no es el que era. Se pasó a las de fibra e incluso los desgraciados de la BBC le pusieron a dieta durante una temporadita (verdurita y filetes a la plancha).

El conde aprobó una oposición de clase B en un conocido ministerio. Hoy puede dedicarse a lo que realmente le gusta: es contable.

La rana Gustavo sigue trabajando como periodista cuando le dejan. Tras salirle rana unos cuantos empleos en el mundo de los medios de comunicación hoy es reportero de “Sesameros” y “Sesameros Viajeros” y no para de dar vueltas por el mundo.

Coco está en libertad condicional. Durante varios años compaginó su actividad de señalero en el aeropuerto con la de superhéroe. Sin embargo, estuvo en el bando anti-registro en Civil War, lo que le costó unos meses a la sombra.

Como guinda al post un vídeo simpaticón.

Y si quieres más información sobre el programa aquí tienes un estupendo Wiki creado para celebrar el 40 aniversario, donde puedes consultar todos los personajes y la historia del show.