El hijo de Kong

— Hola, estamos buscando a Juan Carlos Castellanos.

— Mmm, déjenme ver… Sí, según el libro de tareas debería estar limpiando el foso de los cocodrilos del Nilo. Si no es así, vuelvan y le llamaremos por megafonía.

wwintimage25

Hace años que no visito este lugar. Recuerdo que cuando éramos pequeños mis padres solían llevarnos al Zoo del Bronx por lo menos una vez al año. Para nosotros, ese día siempre era de los mejores. Por unas horas abandonábamos la jungla de asfalto que es Manhattan para adentrarnos en este maravilloso entorno natural lleno de animales. Y de todos ellos, mi preferido siempre ha sido el gorila. Aún me sigue impactando la gran similitud que existe entre sus movimientos y los de mi propio padre.

— ¿No te dan nada de miedo, Charlie?

— ¿Walnuts?

El tipo que limpia con dedicación este foso no medirá más de metro sesenta, es hispano y por la expresión de su rostro deduzco que no se moría de ganas por ver a mi padre.

— Walnuts, tío, ¿qué… qué haces aquí?

— ¿Recuerdas al pequeño Christoph?

— …

— ¿No? Bien, pues Christoph tiene un hermano llamado William y en estos momentos se encuentra en paradero desconocido. Por casualidad tú no… ¡Cofff! Sabrás dónde podemos encontrarle, ¿no?

— ¿Yo? No, aquí tengo mucho trabajo y… además, hace tiempo que no sé nada de nadie.

— Charlie, Charlie,… Si he venido hasta aquí es por dos razones. La primera es que estoy muy jodido, no tengo mucho tiempo y por eso recurro a ti. Sé que aún haces algunos trabajitos para McBrian y conoces a mucha gente de su círculo de confianza. Y la segunda es que me debes un gran favor por aquello de las chicas de Chinatown, ¿recuerdas? Así que, sé bueno, dime dónde tiene Trevor a mi hijo y nos marcharemos sin más. De lo contrario estos cocodrilos se van a pegar un buen festín.

— Aunque quisieras no podrías, son tan inofensivos como un peluche.

Me impresiona como mi padre maneja la situación. Parece el mismísimo King Kong.

— Charlie…

— Sí, haré una llamada.

— Una cosa más. Sé discreto, ¿quieres?

En estos momentos pienso en cómo estará mi hermano. Mi padre no para de repetirme que está bien, porque dice que a Trevor no le conviene hacer nada raro. Puede ser, pero lo que él no sabe es que él está sufriendo todo esto por mi culpa, y me quema por dentro. Y no me olvido de Julie, que ya se habrá despertado y me estará buscando. Tenemos que darnos prisa.

— Agárrate, McBrian tiene oculto a tu hijo en los sótanos de la Estatua de la Libertad. Aún está vivo.

— Y así va a seguir. Gracias por la información Charlie, sabía que estaba preguntando al tipo adecuado. Ahora cierra el pico y sigue limpiando esta pocilga. Estamos en paz, no me decepciones.

De vuelta al aparcamiento obligo a mi padre a dar un pequeño rodeo sin que se dé cuenta para visitar la jaula del gorila una vez más. Ahí está, majestuoso y tranquilo.

—Vamos Christoph, no podemos detenernos. Cuando todo haya acabado prometo traeros de vuelta aquí como en los viejos tiempos.

— Te tomo la palabra. Y tienes razón, tenemos un ferry que coger.

Sí, vamos, porque aunque se mueva en una silla de ruedas, no conviene cabrear a un gorila. Nueva York lo sabe muy bien.

WILLIAM WALNUTS, una improvisada historia del Capitán Custom
center
Cuándo: de LUNES a VIERNES un capítulo diario
Dónde: http://www.kekorto.es
Me perdí el primero: No pasa nada, puedes leerlo aquí
También el segundo: Ese y el resto puedes buscarlos aquí

30 episodios de cirugía ilegal, envidia familiar y traición sexual a la luz de la Gran Manzana.

Sé el primero en comentar

Dejar una contestacion

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.


*