Kekorto en el Salón del Cómic de Barcelona 2012

4 septiembre 2012 capitancustom 0

Ya sé que sucedió en mayo de este año. Ya sé que os habréis enterado de todo. Pero Kekorto también estuvo allí en la Fira y tiene las pruebas que lo acreditan. Tras cuatro meses de arduo trabajo tenemos el privilegio de presentaros este reportaje de investigación que desvela las claves del misterio del cómic: viñetas + letras = viñetras

Así somos los Walnuts

31 diciembre 2010 capitancustom 1

Han pasado un par de semanas desde lo del Madison y todavía estoy intentando encontrar mi sitio. Estoy en una preciosa isla perdida del Pacífico sin nada que hacer y Tom Cruise no para de servirme deliciosos y embriagadores cócteles. Sí, Tom Cruise, como lo oís.

Situaciones desesperadas exigen medidas desesperadas

30 diciembre 2010 capitancustom 0

Es la segunda vuelta que doy alrededor del pabellón. No me ha costado mucho darme cuenta de que la seguridad brilla por su ausencia, lo que significa que alguien ha alquilado el sitio para una fiestecita privada. Me pregunto si mi padre ya estará dentro.

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Justicia Callejera

29 diciembre 2010 capitancustom 0

Consigo convencer a mi padre para alojarnos en el Hotel Pennsylvania, en el 401 de la 7th avenida, a 50 metros de Penn Station. Un bonito edificio situado justo enfrente del pabellón de los Knicks. Venir aquí no es ningún capricho, simplemente ir a cualquiera de nuestras casas sería demasiado arriesgado. Aquí ganaremos tiempo, y no es algo que nos sobre viendo el cada vez más delicado estado de salud en que se encuentra mi padre.

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Un rabino, una dama y una ganzúa

28 diciembre 2010 capitancustom 0

Hace años que no se puede acceder al interior de la Estatua de la Libertad por motivos de seguridad, por lo que nos toca cometer un nuevo delito. Y esta vez no me preocupa que nos detenga la policía, porque esta vez atentamos contra la Seguridad Nacional. Y eso son palabras mayores.

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Un viejo amor adolescente

27 diciembre 2010 capitancustom 1

Liberty Island. No deja de resultar curioso que nos dirijamos allí en busca de la ansiada libertad de mi hermano.

— ¿Confías en él?

— Por supuesto que no. Creo que nos ha dicho la verdad, pero tiene tanto miedo que no dudará en avisar a quién paga sus facturas.

— ¿Y qué vamos a hacer?