Situaciones desesperadas exigen medidas desesperadas

23:33 Aledaños del Madison Square Garden

Es la segunda vuelta que doy alrededor del pabellón. No me ha costado mucho darme cuenta de que la seguridad brilla por su ausencia, lo que significa que alguien ha alquilado el sitio para una fiestecita privada. Me pregunto si mi padre ya estará dentro.

23:51 En algún lugar de la W33 St.

Debería pensar en el sinsentido de todo esto y en avisar a la agente Julie y sus colegas, pero me miro el Rolex de imitación que adquirí en Chinatown. Sí, tengo que entrar ya y no hay tiempo para dudas de última hora, así que decido hacerlo por un lateral aprovechando la fragilidad del cristal de una de sus puertas de acceso. Es noche cerrada y la calle está desierta pero el estruendo queda sepultado por las sirenas de los coches patrulla.

00:03 En un palco del pabellón

He subido las escaleras de uno de los accesos laterales del pabellón. Estoy exhausto, me parece haber subido el mismísimo Empire State pero me temo que no será tanto. Aunque sí lo suficiente para llegar a uno de los palcos desde los que tendré una privilegiada vista general del partido.

Lamentablemente no tengo prismáticos pero sí puedo distinguir perfectamente a los jugadores que están en el parqué. En una silla, maniatado y con los ojos vendados, está mi hermano William custodiado por un par de tipos que me resultan familiares. Creo que no me equivoco si digo que se trata de Buster y Keaton, los “gemelos” que vi aquel día en Calabrese. En otra silla, esta de ruedas, está mi padre discutiendo con un tío de buena planta que debe ser el famoso Trevor. Me alegra saber que mi familia aún sigue con vida.

Y de repente… algo pasa. Los nervios y la tensión latente dan lugar a sonido de armas que se amartillan. El estúpido de mi padre ha tratado de sacar la Uzi y se han destapado las hostilidades. Buen movimiento, viejo, sí señor.

00:12 Vestuario visitante

Con la firme idea de bajar al parqué lo antes posible no he pensado mucho y me he perdido. Por suerte, he llegado al vestuario visitante, luego no debo estar muy lejos del acceso a la pista. Estoy acelerado y trato de buscar algo para intimidarles pero solo encuentro un balón de baloncesto. Lo boto un par de veces para relajarme y decido mojarme la cara para refrescarme. Y ahí, junto al espejo del lavabo… se me ocurre la mayor tontería del mundo.

00:19 Túnel de vestuarios

Estoy aquí, a punto de saltar a la pista, tratando de creerme la locura que estoy a punto de cometer. Necesito toda la ayuda posible por eso me santiguo sin dudarlo. “Un, dos, tres,… ¡allá voy!”.

Salgo del túnel y corro con todas mis fuerzas hacia el centro de la cancha. Voy botando el balón y por un momento creo ser el mismísimo “Magic” Johnson. Siento el calor del público, la grada está llena y corea mi nombre y, a pesar del ruido, puedo oír a mis zapatos flirtear con el parqué. Mis rivales se han quedado petrificados. Soy un ciclón, un tsunami baloncestístico y no hay quien me pare.

De vuelta a la realidad, ellos no pueden creerse lo que ven. El tipo que creen tener secuestrado viene a toda velocidad botando un balón hacia ellos. Creen estar en un sueño y yo aprovecho su asombro para convertirme en su peor pesadilla: [Atención, “Magic” Walnuts lanza el balón e impacta en la mano de McBrian haciendo que la pistola que este empuña salga despedida. Con gran habilidad consigue que el balón vuelva hacia él y envía un pase magistral a uno de los gemelos. Por desgracia, su escasa estatura hace que impacte en su rostro y le fracture levemente el tabique. El balón queda muerto pero Walnuts no duda en coger el rebote y lanzar para encestar. El tiro sale mordido pero impacta en el tablero genital de Keaton consiguiendo la canasta definitiva antes de que suene la bocina. ¡Waow! ¡“Magic” Walnuts lo ha conseguido! Espectacular, ¿no crees, Larry?]

— Ah, uf, ah,… No puedo creerme que esto haya salido bien, papá.

— Christoph, tengo graves problemas de visión pero creo que ha sido lo más increíble que he visto sobre una cancha de baloncesto. Y yo que siempre creí que tú eras más de béisbol.

— No hay nada como un jugador motivado con enormes ganas de revancha.

— Sí, ha sido espectacular excepto por un pequeño detalle que no entendí: ¿por qué has lanzado el balón contra mi mano haciendo que pierda la Uzi?

— ¡¿¡Que hice qué!?!

— (Plas, plas) ¿Así que esta violenta versión de Jordan es tu otro hijo? No sabía que fueran gemelos. Claro que, por suerte, salieron a su madre. Ahora chico, a no ser que en el interior de ese balón esté el dinero que deberíais haberme traído, tenemos un serio problema y un apellido a punto de desaparecer.

00:28 En mitad de la cancha de los Knicks

Joder, estaba tan excitado que no me he dado cuenta de que elegí el brazo equivocado. Y ahora… ¿cómo narices fuerzo la prórroga?

WILLIAM WALNUTS, una improvisada historia del Capitán Custom
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Cuándo: de LUNES a VIERNES un capítulo diario
Dónde: http://www.kekorto.es
Me perdí el primero: No pasa nada, puedes leerlo aquí
También el segundo: Ese y el resto puedes buscarlos aquí

30 episodios de cirugía ilegal, envidia familiar y traición sexual a la luz de la Gran Manzana.

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