To protect and to serve

— Cómo…

— Tus ojos. Confieso que al principio no me di cuenta. Pero cuando te giré y vi cómo me mirabas… Joder, llevas haciéndolo desde que tu hermano nos presentó. Él… hace meses que no me mira de ese modo.

— Ufff.

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— Por cierto, la base de maquillaje ‘Skyline’ es muy buena (“productos duraderos, los mejores del mercado”), pero tiene un olor bastante peculiar. No hace falta ser poli para saber que oculta cicatrices. Cuéntamelo todo, porque no voy a tragarme que te hayas hecho eso para echar un polvo conmigo.

— (A mi me salen tres, ¿eh?) Vale, pero… necesito una copa.

— Claro. Ya sabes dónde está el minibar, sírvete tú mismo mientras me pongo el uniforme.

Estoy nervioso, lo reconozco. Empiezo a pensar en distintas maneras de asesinar a alguien y que parezca un accidente porque esto puede echar abajo todo mi plan.

Rápidamente abandono la idea. Mis huellas están por todo el dormitorio. Verla vestida con el uniforme me impone y me despeja mucho más la mente. Me derrumbo como un chiquillo y le cuento mi alocado plan.

— Ja, ja, ja. ¿Has hecho todo esto por dinero? ¿Te has operado la cara para robar a tu hermano?

— Sí, bueno, pero confieso que acostarme contigo también era una pequeña parte del plan.

— (Julie se pone seria) Suplantación de personalidad, fraude, allanamiento de morada, portar documentación falsa,… ¿Sabes cuántos años pueden caerte? Joder, Christoph, ¿en qué estabas pensando?

— No sé, sólo me dolían las costillas…

Nos quedamos en silencio, mirándonos. Ella está muy pensativa, y eso no me da buena espina. Me suda la mano derecha. Me pasa en situaciones de cierta tensión. Es bastante incómodo y el menor de mis problemas en este momento.

— ¡Mierda, mierda, mierda! Chris, no me queda otro remedio. Ya sabes que me debo a la ley. Servir y proteger al ciudadano. Hice un juramento.

— (Mis pulsaciones se descontrolan) No, Julie, espera. No puedes hacerme esto. Te lo he contado y aún no he…

Entonces Julie saca sus esposas reglamentarias. Me gustaría empujarla y escapar, pero mis brazos están petrificados y mis muñecas son una presa fácil. Maldigo el momento en que decidí venir aquí. Maldigo el momento en que mi hermano decidió salir con una puta poli.

— (Criiiick, Craaack) Tienes derecho a guardar silencio, todo lo que digas a partir de este momento puede ser y será utilizado en tu contra. Tienes derecho a un abogado. Si no puedes pagarlo se te proporcionará uno de oficio. Y… tienes derecho a otra hora de intenso placer sexual, ¿está claro?

Dios bendiga América.

WILLIAM WALNUTS, una improvisada historia del Capitán Custom
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Cuándo: de LUNES a VIERNES un capítulo diario
Dónde: http://www.kekorto.es
Me perdí el primero: No pasa nada, puedes leerlo aquí
También el segundo: Ese y el resto puedes buscarlos aquí

30 episodios de cirugía ilegal, envidia familiar y traición sexual a la luz de la Gran Manzana.

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